Guadalupe-Reyes, formalmente
inaugurado
Por: Andrea Casco
Los mexicanos todo el año
hacemos condición y preparamos el hígado para participar en el evento deportivo
del año: el maratón Guadalupe-Reyes.
Para los mexicanos,
diciembre más que la Navidad o el fin de año, es el pretexto para hilar fiestas
y brindis y esta pseudo-tradición que se ha bautizado con el nombre de maratón
Guadalupe-Reyes.
El nombre fue tomado del
operativo de fin de año establecido por la policía de la ciudad de México,
desde la llegada de los peregrinos de la basílica hasta las frenéticas compras
que tiene su fin en la noche de día de reyes.
Sin nada que ver con el
desgaste físico de correr los poco más de 42 kilómetros (de un verdadero
maratón) éste es el más popular de los maratones mexicanos. Es realmente un
periodo de bromas y de relajación sobre el abuso de la comida y de la bebida que se suele pagar
con unos kilos de más entre quienes lo siguen.
La idea ha tomado tal
popularidad que ya cuenta con su definición en Wikipedia: “Este concepto se popularizó
en la década de los 90, y se refiere de manera informal al periodo que
comprende del 12 de diciembre (día de la Virgen de Guadalupe) al 6 de enero
(Día de los Reyes Magos), sumando un total de 26 días. Durante este periodo
existen tantas celebraciones que al ser tan continuas, crean un maratón de
festividades.”
Otros “conocedores”
acuñan este nombre a los operativos que realiza la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) en esta temporada, y que justo denomina como de
“Guadalupe-Reyes”, ya que realiza acciones específicas en ese periodo.
Pero sin importar el
origen del nombre, para hacer honor a esta “actividad”, los mexicanos asisten
al mayor número de reuniones que pueden y el principal reto es mostrar resistencia ante
los excesos de comida, bebidas y desveladas.
Preposadas, posadas,
brindis, cenas de fin de año, fiestas entre amigos o con familiares, son
algunas de las etapas de esta carrera.
Oficialmente el Maratón
Guadalupe-Reyes arranca la noche del 11 de diciembre con el festejo a la Virgen
de Guadalupe.
Luego vienen la preposadas,
para iniciar el 16 de diciembre el periodo de posadas, las cuales concluyen
hasta el 24 de diciembre, cuando es Nochebuena y al día siguiente la Navidad.
El 28 de diciembre se
conmemora el Día de los Santos Inocentes y el 31 se festeja la víspera del Año
Nuevo que entra el 1 de enero.
Para cerrar este maratón
de fiestas viene la partida de la Rosca de Reyes, el 6 de enero, y aquellos que
aún tienen fuerza se extienden hasta el 2 de febrero con la celebración de la
Candelaria, donde la tradición es comer tamales.
Para unos todo es
fiesta, y para otros el trabajo aumenta.
De acuerdo con cifras
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante la época navideña la
principal causa de atención son los traumatismos provocados por accidentes
automovilísticos y quemaduras, seguido por los problemas metabólicos por la
ingesta de alimentos propios de la época.
La Cruz Roja Mexicana
reporta que en esta temporada los accidentes automovilísticos prácticamente se
duplican, sobre todo la segunda quincena de diciembre, por la ingesta en exceso
de bebidas alcohólicas.
También con las fiestas
llega el exceso en las comidas y los problemas de salud. La gente prepara
grandes cantidades de los platillos de temporada, como pavo, bacalao,
romeritos, tostadas, pozole, tamales, ponche y un largo “etcétera”.
A cada fiesta o reunión
a la que se acude es casi un requisito comer un plato de lo que ha preparado el
anfitrión, pues resulta de mala educación rechazarlo.
Con una comida copiosa o
rica en grasas, el organismo genera más ácidos gástricos para ayudar al
estómago en la difícil tarea de digerir.
Si a esto le añadimos un
gran volumen de alimentos, la consecuencia es lógica: el estómago o los
intestinos se hinchan, provocando dolor, pesadez, flatulencias o acidez. Esto
puede causar efectos secundarios, desde una indigestión hasta intoxicaciones,
inflamación de la vesícula biliar y el páncreas.
Se recomienda comer con
moderación, quizá raciones pequeñas para poder probar de todos los platillos.
Con motivo “del maratón Guadalupe-Reyes”
en los últimos días ha llegado a mí, este correo que les quiero compartir:
A partir del día de hoy
estaremos ausentes tomando un muy merecido descanso, para regresar con ustedes
el 7 de enero de 2013. ¡Les deseamos felices fiestas, deseando para ustedes lo
mejor para sus familias en el próximo año! Atentamente:
La lechuga, la jícama, el
tomate, el pepino, la zanahoria, el pan integral, la granola, la verdura, la
fruta, la leche light, el pescado.
P.D. En nuestra ausencia,
los atenderán con el mismo gusto de siempre... Los tamales, el atole, el pavo,
el relleno, el pozole, el menudo, la rosca, los buñuelos, el champurrado...Por
su atención ¡Muchas gracias!”